sábado, 15 de julio de 2006

El dedo de Ricardo

Llevábamos cuatro días con Ricardo encerrados. Le operé el grueso artejo derecho y me dediqué a cuidarle la convalescencia, que -afortunadamente- ha sido maravillosa. Algo de seco, que no falta, comer normalmente, dormir hasta muy tarde, y -por fin- acabar el proyecto para la Clínica Las Américas, que ya le hice llegar a mis potenciales socios, que al parecer no lo han leído por lo que no encentro aún comentarios.
Hoy empezando la tarde hubo visita de la arrendadora y un abogado, muy displicente él con Adriana Azucena, motivo por el que ella lloró y me dió mucho pesar. Esperemos poder dejar arreglado ese lío esta semana, ojalá pagado hasta terminar el contrato, para que no nos jodan más. Mañana escribiré una carta de respuesta a la propietaria y al abogado.
Antier recibimos visita de Fabio Alejandro, para un trío. Esperemos que no haya quedado decepcionado. Lo vi más vergón que antes, claro que hace días no lo veía. Además muy ávido a la pasividad, entonces nos dimos banquete con Ricardo. Llevó una película en DVD fabulosa, algo así como policías y ladrones, excelente. Y nos prestó la primera parte de la primera temporada de Queer as folk, que terminamos de ver anoche. Mi Bebé es muy lindo y lo prefiero a él que a todo el resto. Adoro a mi Bebé.
Ahora estamos en casa de mi Mamá, que hay "shower" de bebé para Paola. Ya le deben faltar como dos meses no más. Trajimos un par de almohaditas y una cobija bordada muy bonita. Ahora, mientras leo periódico, Ricardo revisará sus correos y navegará por Internet. Trajimos el Mercedes para dejarlo de una vez. Si no es mío, si no puedo hacer nada con él, mejor lo devuelvo y que papá me envíe plata para sobrevivir estos días. Dejaré las llaves con Leonor Aydeé, y problema arreglado.
Ojalá mañana me pueda conectar para escribir un poco más. Buscaremos desde dónde porque no quiero molestar mucho desde aquí.