Lo que me tiene hoy triste es que mi Bebé no viajó de Pereira, llegará mañana pasado el medio día. Otra noche que tengo que pasar solo en la cama. Ojalá que tenga un buen viaje y que haya alcanzado a hacer todos los trámites para que no retrase su regreso más tiempo. Ahora sí me pongo juicioso a redactar la carta de enviar a Jaime García Roa justificando nuestra renuncia.